De acuerdo a los resultados de un estudio nacional del año 2006, realizado por Fundación Trascender (de profesionales voluntarios), un 7% de los chilenos es voluntario. Una cifra que nos ubica en segundo lugar dentro de Latinoamérica, aunque muy por debajo de los países más desarrollados, como Inglaterra (30%), Suecia (28%) y Estados Unidos (22%).
Un 85 % de los voluntarios realiza esta actividad por lo menos una vez al mes, dedicándole - en cada ocasión - un promedio de 4,7 horas.
¿Pero qué es exactamente el voluntariado? Se trata de una práctica donde una persona destina gratuitamente parte de su tiempo a apoyar alguna actividad, ya sea individualmente o a través de alguna institución calificada.
Entre las múltiples retribuciones que puede tener una persona al aplicar esta experiencia en el ámbito de su desarrollo personal, están el poder ayudar en algo concreto, tener la satisfacción de estar haciendo algo bueno y conocer realidades completamente diferentes.
No obstante, el voluntariado está adquiriendo poco a poco un valor agregado en otro ámbito: el laboral. ¿Te parece extraño? Hoy en día realizar alguna actividad de este tipo también influye en el currículum, sobre todo si ésta ayuda con sus conocimientos a alguna obra específica, como armar o generar proyectos.
Además, dicen los expertos, una persona que fue voluntaria y conoció la realidad de otros, va a tener un discurso y diálogo diferente, una empatía especial y otra capacidad de comunicación.
De acuerdo a María Paz Rencoret, Directora Ejecutiva de Fundación Trascender, institución que realiza proyectos sociales gracias a las asesorías de profesionales voluntarios, “una empresa valora mucho a una persona que haya tenido una participación en esta línea, porque cuando estás trabajando contra la adversidad, con pocos pesos, en una realidad diferente, debes tener mucha humildad y saber entenderte con un equipo donde no siempre eres el que manda. Necesitas entonces ser creativo, innovador y estratégico”.
Como plantea María Paz, se les mira como personas más integrales, capaces de desarrollarse en todos sus ámbitos. Algo totalmente independiente de la clase social a la que pertenezca quien hace el voluntariado. “Incluso, la gente es aún más generosa cuando, por ejemplo, ayuda desde situaciones de pobreza o necesidad, o desde un nivel social más bajo. Ahí son aún más empáticos con la situación y tienen más capacidad de ser solidarios en la cotidianeidad”.
Sácale provecho a tu voluntariado
Y si estás recién egresado o buscando empleo, una buena forma de mantenerte ocupado es hacer este tipo de obras, lo cual para las empresas es muy bien visto, ya que es una buena manera de adquirir entrenamiento.
“Al empleador que le llega un CV de alguien que parte de su tiempo lo volcó en estas actividades, le llama la atención porque significa que esta persona puede haber desarrollado destrezas que van a ser muy beneficiosas para su trabajo, por ejemplo alguien capaz de liderar grupos y con habilidades sociales, emocionales y creativas que no aprendes en la universidad, y que permiten llevar a la acción lo que te propones”, afirma María Paz.
Lo anterior demuestra que - pese a su inactividad laboral - la persona se mantuvo ocupada y adquiriendo nuevas experiencias en vez de quedarse en la casa sin hacer nada. Además, se expanden las redes de contactos.
Cuando las empresas privilegian postulantes que hayan tenido experiencias de esta naturaleza, es porque saben que la solidaridad aporta herramientas que les permite ser individuos más integrales.
Es por esto entonces que se recomienda poner el voluntariado en la sección “Experiencia Laboral” del CV, más que en “Otras Actividades”, porque aún cuando no haya sido un trabajo remunerado, ni sea considerado como un empleo, hay que trasladarlo al lenguaje de empleabilidad.
Incluso, es mejor que en vez de colocar “voluntariado” se escriba un título más laboral que especifique la tarea o actividad realizada. Por ejemplo, si fuiste “jefe de grupo” o “coordinador”, es bueno que indiques dichas denominaciones para así dejar clara las capacidades que desarrollaste.
María Paz Rencoret concluye: “Es un tema que poco a poco va tomando importancia. La gente que ha realizado voluntariado con nosotros y está postulando a becas fuera del país, nos pide carta de recomendación, porque en otros lugares del mundo eso vale mucho más. En la lista de criterios de aprobación, tiene un punto más el que ha hecho voluntariado”.
Fuente: Comunidad de exalumnos de Inacap